Sirva este modesto BLOG para exponer mis ideas, críticas y enhorabuenas sobre la sociedad en que vivimos y concretamente sobre un tema que me preocupa: Los divorcios, separaciones y como afectan a nuestros futuros adultos, ahora menores indefensos. *** Soy una mujer casada con un amante padre divorciado de su primera esposa, con la que tuvo un hijo al que intentamos educar, cuidar y satisfacer durante 8 horas a la semana y un fin de semana alterno. TODO UN RETO.
He defendido el ideal de una sociedad democrática y libre, en la que todas las personas vivan juntas en armonia e igualdad de oportunidades. Es un ideal que espero vivir lo suficiente para ver realizado. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.
NELSON MANDELA
ANECDOTARIO
jueves, 8 de mayo de 2008
EL MALTRATO NORMALIZADO
En plena vía pública, una pareja formada por hombre y mujer, discutían. Y mientras él mantenía un tono comedido y era literalmente arrinconado contra la pared de un establecimiento, la segunda le agredía verbalmente y lo empujaba.
No he podido evitar reflexionar. Reflexionaba en la situación en cuanto a la ley de igualdad, de paridad, y de violencia contra la mujer.
Dicha "igualdad" supone que una mujer pueda vejar, insultar, menospreciar y agredir a un hombre con absoluta impunidad y que nadie se rasgue las vestiduras al presenciarlo.
Si los hechos acontecidos hubieran sido al revés, él hubiera podido ser denunciado por ella, o por cualquier viandante, y automáticamente detenido y procesado por un delito de maltrato a la mujer. Aumentaría las estadísticas que tanto interesan a los lobbies feministas, y así podríamos seguir compadeciendo la "vulnerabilidad" de la mujer frente al hombre.
Seamos honestos! Acaso la mujer no sabe maltratar? Acaso no pretendemos ser iguales? Actuemos en consecuencia y acatemos los castigos iguales a los de los hombres. Justicia y penas idénticas para los y las maltratadores/as. No sigamos abusando. Hay que aprender de los errores del pasado para poder labrarnos un futuro prometedor. Seamos realmente iguales.
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