He defendido el ideal de una sociedad democrática y libre, en la que todas las personas vivan juntas en armonia e igualdad de oportunidades. Es un ideal que espero vivir lo suficiente para ver realizado. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.

NELSON MANDELA

ANECDOTARIO

El Secretario de un juzgado de violencia contra la mujer, en la intimidad, nos comentó que hoy por hoy es muy dificil "librarse" de las denuncias aun pudiendo ser falsas, debido a la gran presión de la prensa sobre los jueces.

martes, 27 de mayo de 2008

MALOS TIEMPOS PARA EL RADICALISMO DE GÉNERO



CARTA ENVIADA A LOS MEDIOS EN FECHA 16.05.2008, COMO PORTAVOZ DE ACAPASE (Asociación Catalana de Padres Separados), ASACCO (Asoc. Cat. de abuel@s por la custodia compartida) y AHIPASE (Asoc. hijos padres separados)

PUBLICADA POR LEX FAMILY .ES (Revista digital de derecho de Familia)


Países como Colombia y Brasil nos acaban de dar una lección de moral y ética. Ya no son sólo nuestros vecinos europeos los que nos muestran y demuestran lo desencaminados que vamos, sino que sociedades que nosotros, los progresistas y europeístas españolitos nos atrevemos a tildar alegremente y sin rubor de tercermundistas, nos están enseñando el camino de la razón, la misma que hallamos simplemente repasando la declaración universal de los derechos humanos, a la vez que, los otrora civilizados por nosotros, e invirtiendo el sentido de la conquista, nos están demostrando lo sencillo que es, aplicando el sentido común y la voluntad, aparcar la obsesión por mezclar conceptos e intereses económicos y centrarse en seguir el camino de la lógica y del auténtico interés: la igualdad verdadera.

El radicalismo de género, llamado machismo o feminismo, están llamados a desaparecer bajo sus propios escombros de exclusión, odio y rencor. Ninguno de los dos colectivos respeta el derecho fundamental a la no discriminación, a la igualdad, y muchísimo menos el derecho de los niños a tener padre y madre.
Quien mezcle violencia de género, denuncias o dinero, con algo tan normal y coherente como es el hecho de querer ser por igual padre o madre, es que o no quiere admitir la realidad, o que de éste modo rentabiliza su “condición” de custodia/o monoparental.

La violencia de género siempre ha existido. Algunos hombres carecen de corazón y de alma, al igual que carecen de ello algunas mujeres. Ambos colectivos, machistas y feministas, tienen como finalidad someter al otro. Y ambos colectivos son igual de deleznables y peligrosos. Ambos colectivos agreden, matan, destrozan, y anulan a quien tienen al lado. Que uno sea más perseguido que el otro, no significa que el “invisible” a los ojos del gobierno no exista. Tampoco en éste caso aprendemos en nuestro país de los errores cometidos en el pasado por otros países. Cualquier persona sensata detesta la idea del Apartheid de Sudáfrica, pero sin embargo se legisla en base a un Apartheid de género, que discrimina y castiga al hombre por el mero hecho de serlo, con el consentimiento, la complicidad, el liderazgo y el beneplácito del Ejecutivo.

Incluso la nación Norteamericana, reconocida universalmente como una de las sociedades más avanzadas, y asimismo considerada en muchos casos un pernicioso referente cultural, a la hora de abordar éste reto social, ha sabido, no ahora, sino desde hace décadas, manejarse exitosamente en lo recóndito de los entresijos del complejo asunto del divorcio, las custodias y el reparto de bienes, acumulando experiencia suficiente como para poder extraer datos y conclusiones de lo que funciona, de lo que es justo, conveniente y en definitiva, favorable para todas las partes, del mismo modo que han decidido desterrar lo perjudicial, contraproducente, diferencial y peligroso.

De los numerosos estudios efectuados en los EEUU se desprende que los hijos que después del divorcio han vivido bajo una custodia monoparental (casi siempre de la madre) tienen mayor tendencia a desarrollar actitudes agresivas, delincuenciales y conflictivas en cuanto al trato con sus iguales.
Recordemos que los datos recogidos en nuestro país, evidencian que entre el 95 y el 98% de las custodias tras el divorcio son monoparentales a favor de la mujer.
Podemos por tanto, sin necesidad de ser expertos en materia social, extraer fácilmente conclusiones de cual es el funesto futuro de la generación de los hoy niños afectados. Adultos del mañana con personalidades cimentadas en la carencia del referente paterno.

El motivo de la exclusión de la figura paterna escapa a todo entendimiento objetivo. ¿Cómo puede ser que de la noche al día, quien formó parte de la cotidianidad de un niño sea excluido sin más? ¿Cómo argumentamos como “innecesaria” o “perjudicial” la influencia de un padre sobre un niño después del divorcio cuando antes del mismo no lo era? ¿Cuál es el objeto, finalidad y único deseo de quienes niegan a sus hijos tener una relación diaria y normal con su padre?

Sin duda alguna la sociedad en que vivimos tiene mucho camino por recorrer y muchos errores por enmendar, habrá vías más o menos discutibles, pero lo que es incuestionable es que desde la discriminación y el odio legislado es completamente imposible evolucionar hacia un país de referencia. La mal llamada sociedad del bienestar dista mucho, en España, de ofrecer lo que su propio nombre indica.

lunes, 19 de mayo de 2008

LA MENSTRUACIÓN DE LOS NIÑOS DE PADRES SEPARADOS

CARTA QUE ME PUBLICÓ DIARIO DE MALLORCA EN FECHA 11.06.2008 Y EL PERIÓDICO "LA VERDAD" DE ALICANTE EL DÍA 13.06.2008

Permítanme la licencia y metáfora, pero la relación de la mayoría de hijos de padres separados de éste país, con sus padres varones, no es más que una menstruación, por escasa, sangrante y dolorosa.

A pesar de que la Ley de Divorcio no propone en ningún caso la custodia monoparental femenina, ésta es la resolución más habitual. El por qué es tan ilógico como ancestral. Acogiéndonos a lo que España había sido en el último siglo resulta que en materia de divorcio las custodias se siguen otorgando a la madre como si ésta fuera la madre de la posguerra. La Ley deja claro que la custodia puede ser monoparental o compartida y que ello debe de ser decidido por ambos cónyuges. La realidad es bien diferente. Casi la totalidad de mujeres se niegan a compartir custodia pues ello les exigiría un ejercicio responsable de maternidad y madurez que no les exige la custodia monoparental al verse con la vida resuelta hasta que el niño se independice.

Pero quiero hablar de esos niños. Son privados, contraviniendo la misma Ley de Divorcio, de su derecho a relacionarse con normalidad con su papá. Ven a su papá cuatro días al mes, el mismo periodo que dura una menstruación normal, y los que son “afortunados” gozan de alguna hora entre semana, que jamás pasa de las 10 horas semanales.

Ahora que tan moda están las palabras igualdad y justicia... ¿no sería lógico en un ejercicio de madurez, otorgar el estricto significado de dichas palabras a nuestra cotidianidad? ¿Por qué las feministas dicen reclamar igualdad pero no quieren compartir la custodia de los hijos por ejemplo? Eso no es igualdad. No nos confundamos pues, y no nos dejemos engañar por argumentos encubridores de realidades sangrantes. Los niños son utilizados por rentables. Garantizan casa, pensión, coche, trastero y plaza de garaje. Y ellas, como no quieren ser iguales sino superiores, no bajarán voluntariamente del pedestal que se han creado. Es responsabilidad pues del Legislador velar por los derechos del menor ya que sus mamás no lo hacen y sus papás están siendo despojados de los derechos para hacerlo.

viernes, 16 de mayo de 2008

LOS NUEVOS JUDÍOS

Visto que el Tribunal Constitucional de la nación española discrimina a los hombres por el mero hecho de serlo, aplicándoles mayores penas que a las mujeres ante idénticos delitos, solo nos queda esperar que la historia haga justicia.

Mucho debiéramos de aprender de nuestros vecinos alemanes que tuvieron que responder en Nuremberg ante tribunales militares por el genocidio legislado que cometieron. En nuestro país, a la larga debieran de responder los ahora legisladores ante tribunales de los derechos humanos.

Los actuales dirigentes del país han convertido la Constitución Española en poco más que un libro de lectura sobre utopías, basado en la ciencia ficción, y lamentablemente artículos como el 14 cuyo inicial objetivo era proteger a los españoles, ha sido despreciado, manipulado y literalmente erradicado en su sentido más estricto de dicha Constitución.

No se puede ser más hipócrita, fanático, ni más radical. A partir de hoy, pierden cualquier derecho moral a criticar otros fanatismos, pues han cruzado la barrera.

jueves, 15 de mayo de 2008

Amo a mi padre

Quiero hablar de una persona extraordinaria. Forma parte de una generación de hombres que crecieron educados para alimentar, educar, velar y sustentar a su familia. Y lo hizo. Con su sudor, empeño, ímpetu y amor propio, tiró de una familia con dos hijos y esposa. Nos procuró una buena casa llena de comodidades, y caprichos a medida que podía proporcionárnoslos. Nos llevó de viaje tantas veces como pudo, acompañado de mi madre, ama de casa, y trabajadora fuera de la misma. Fueron y son dos padres ejemplares. Siempre dispuestos para sus hijos, para escucharnos, ayudarnos y darnos todo el apoyo moral, y cuando ha sido necesario económico.

Jamás podría elegir entre ellos. No puedo imaginar mi vida sin ellos. No podría prescindir de ninguno de los dos. Ambos se complementan y me complementan. Por ello, siento satisfacción, felicidad, y a la par indignación.

Mi padre, como hombre, es a la vista de la actual sociedad un potencial maltratador. Desde hace 4 años carece de derechos. Mi padre, que ha discutido con mi madre en múltiples ocasiones a lo largo de su vida, por divergencias derivadas de la convivencia, sería hoy tachado de maltratador si a mi madre se le pasara por la cabeza denunciar dichos hechos.

Me siento triste al ver que mi padre, quien veló por procurarme una educación desde la igualdad junto a mi hermano, sea ahora despojado de sus derechos fundamentales. Él que ha luchado por la igualdad de oportunidades entre sus hijos, forma parte ahora de un colectivo de segunda categoría social, presunto maltratador, y carece de derechos de igualdad, a la dignidad, e incluso de la presunción de inocencia.

Y me pregunto: ¿Tan poco aman a sus padres quienes promulgan leyes que los discriminan y los condenan antes de ser juzgados por el mero hecho de ser hombre?

lunes, 12 de mayo de 2008

LA NECESIDAD DEL CAMBIO EN LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

CARTA ENVIADA A LOS MEDIOS EN FECHA 16.05.2008, COMO PORTAVOZ DE ACAPASE (Asociación Catalana de Padres Separados), ASACCO (Asoc. Cat. de abuel@s por la custodia compartida) y AHIPASE (Asoc. hijos padres separados)

Como colectivo de padres, madres, tíos, abuelos, segundas esposas, o simples ciudadanos con conciencia social, somos conscientes de la imperante necesidad del cambio de la ley orgánica 1/2004.

Tal y como la misma Sra. Vicepresidenta del Gobierno Central apunta en recientes declaraciones, la Ley no está siendo efectiva. Las mujeres siguen muriendo a manos de sus verdugos, y no parece que ningún hombre que pretenda asesinar o dar una paliza a una mujer se plantee si la ley lo castigará con más o menos indulgencia antes de cometer la atrocidad.

Pero nosotros vamos más allá. La misma ley que pretende proteger la integridad física de la mujer como colectivo, permite a éste colectivo abusar del otro, el masculino, por gozar éstas primeras de una presunción de veracidad en sus declaraciones jamás vista ni vivida hasta el momento. El principio de igualdad, el de libertad y el de presunción de inocencia están siendo sistemáticamente vulnerados a miles y miles de hombres cada día. Es a nuestro entender una discriminación legislada que atenta en este caso contra la vida de un colectivo, el masculino.

Así es que, pretendiendo proteger a las mujeres (sin éxito) exponemos a los hombres dejándolos a su suerte y desprotegidos (con rotundo éxito). Mientras tanto, las víctimas femeninas crecen y crecen y las masculinas también. Por que, acogiéndonos a las estadísticas de personas asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, hasta el año 2004, momento en que se dejaron de registrar las víctimas masculinas, resulta que la violencia no tiene género. En la actualidad las víctimas masculinas son hombres asesinados, maltratados, y detenidos injustamente a manos de sus ex parejas, sus mentiras y la veracidad que desde el Ejecutivo se les otorga. Obviando las cifras y manipulando las estadísticas, lo único que conseguiremos es una sociedad más y más violenta por que mientras unos se sientan desprotegidos y otras gocen de impunidad absoluta, las injusticias seguirán sembrando el odio. Deberíamos de aprender de nuestro pasado más reciente. Si bien es cierto que, hasta hace relativamente poco tiempo la mujer ha sido discriminada a muchos niveles, hoy en día, la realidad de las mujeres es bien distinta. Tenemos oportunidades laborales, educativas, sociales, etc prácticamente iguales a las de los hombres. Y decimos prácticamente por que también hay terrenos en los que son ellos quienes tienen el acceso vedado... y es por que simplemente la igualdad debe de ser ante la ley, pero fisiológicamente y físicamente no somos iguales, por lo que hay tareas, trabajos etc que lógicamente están preferiblemente cubiertos por mujeres antes que por varones, y en otros casos al revés.

Solicitamos que se revise efectivamente la ley contra la violencia. Pero que la revisión sea contra la violencia Integral. Sin género. Sin distinción. Haciendo gala de una justa aplicación del artículo 14 de nuestra Constitución. Igualdad, presunción de inocencia, derechos y obligaciones idénticos, no discriminación, etc deben de estar patentes en dicha ley.

Hay que perseguir la violencia. Las mujeres no debemos de tener más derechos ni más obligaciones que los hombres. Debemos de velar por la igualdad real. Nadie debe de poder dar una paliza a nadie e irse de rositas. Nadie tiene derecho a asesinar a nadie e irse de rositas. Nadie puede manipular, vejar, maltratar, ningunear, insultar, menospreciar, etc a un semejante e irse de rositas. Y en el ámbito familiar dichos actos son, si cabe, más despreciables y por tanto la Ley debe de asegurar el respeto entre personas, entre iguales.

Estamos convencidos que éste Ejecutivo que tan preocupado y concienciado está por la Igualdad y la Paridad, sabrá modificar una ley que necesita ser modificada urgentemente, en aras de asegurar la Igualdad que tanto promulgan. Igualdad de protección, de ayudas, de asesoramiento, de opciones frente a la ley... Este Gobierno debe de velar por la seguridad de todos los ciudadanos del Estado Español idénticamente. No se olviden de un colectivo que aun siendo del sexo masculino no es el “fuerte”. No todos los hombres son potenciales asesinos, ni maltratadores como no todas las mujeres son víctimas indefensas, abnegadas madres y sufridoras en silencio.

Trabajemos juntos por una Ley justa y sobretodo que sea efectiva. Implacable diríamos nosotros, en aras de velar por la seguridad de los ciudadanos españoles por igual.

jueves, 8 de mayo de 2008

EL MALTRATO NORMALIZADO

Hoy he presenciado un espectáculo lamentable.

En plena vía pública, una pareja formada por hombre y mujer, discutían. Y mientras él mantenía un tono comedido y era literalmente arrinconado contra la pared de un establecimiento, la segunda le agredía verbalmente y lo empujaba.

No he podido evitar reflexionar. Reflexionaba en la situación en cuanto a la ley de igualdad, de paridad, y de violencia contra la mujer.

Dicha "igualdad" supone que una mujer pueda vejar, insultar, menospreciar y agredir a un hombre con absoluta impunidad y que nadie se rasgue las vestiduras al presenciarlo.

Si los hechos acontecidos hubieran sido al revés, él hubiera podido ser denunciado por ella, o por cualquier viandante, y automáticamente detenido y procesado por un delito de maltrato a la mujer. Aumentaría las estadísticas que tanto interesan a los lobbies feministas, y así podríamos seguir compadeciendo la "vulnerabilidad" de la mujer frente al hombre.

Seamos honestos! Acaso la mujer no sabe maltratar? Acaso no pretendemos ser iguales? Actuemos en consecuencia y acatemos los castigos iguales a los de los hombres. Justicia y penas idénticas para los y las maltratadores/as. No sigamos abusando. Hay que aprender de los errores del pasado para poder labrarnos un futuro prometedor. Seamos realmente iguales.